Diario de Bran Devlin, capitán del carguero 'Bison' y natural de Cobh, Irlanda.
18 de Noviembre de 1903, 6:00 PM
Llevamos casi una semana y aún seguimos varados en Amsterdam. La tormenta que nos alcanzó en el Mar del Norte no solo casi nos mata a todos sino que además ha dejado mi viejo carguero incapaz de hacerse a la mar. Pero bueno, ¿qué es un maldito barco cuando se ha perdido la vida de cinco valientes marineros? Que cruel es el destino... sólo hemos sobrevivido yo y mis tres viejos camaradas de viaje: Thomas Howell y los hermanos Gagnon, Abel y Bruno. Los cuatro juntos acumulamos casi ocho décadas de travesías marítimas y aquí seguimos, con cicatrices y desgastados pero vivos. Sin embargo los cinco jóvenes marineros que teníamos a bordo... todos muertos. Tres cayeron por la borda, otro resbaló y se rompió el cuello al caer y el último murió aplastado por el cargamento que llevábamos a Amsterdam cuando trataba de asegurarlo. Por muchos años que lleve siendo capitán de navío jamás me acostumbraré al sangriento tributo que se cobran los mares de tanto en tanto.